Los árboles despiertan sus hojas
la luz derrama sus hilos en las calles
Salgo de mí, abro mis sentidos
recorro ápice por ápice las líneas del asfalto
El tiempo se vuelve viento húmedo
Miro mi piel en las vitrinas
Una mujer rasguña el sueño con la mirada
Este deambular me derrumba
alinea mis pensamientos en latido
y las manecillas circulan con furia
apremia la distancia para llegar
al cauce de la rutina
que me vuelve a la realidad.